Adornos del Templo Mayor

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron cinco esculturas, tres de ellas fragmentos, que en algún momento estuvieron colocados en las fachadas del Templo Mayor, de la antigua Tenochtitlan, entre 1325 y 1521 d.C.; entre las representaciones de piedra encontradas, destaca un clavo arquitectónico en forma de cráneo, el más grande encontrado hasta ahora en las inmediaciones del recinto prehispánico.



El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable de este programa que forma parte del Proyecto Templo Mayor, dio a conocer que en los límites de las calles Seminario y Guatemala, se detectó una fosa de aproximadamente 12.20 m por 7.70 m, donde los mexicas arrojaron gran cantidad de materiales, entre ellos los restos de esculturas hallados.

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