Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia obtuvieron imágenes del interior de una cámara funeraria, a la que nadie ha podido acceder desde hace 1,500 años, en la Acrópolis Sur de la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas.
La tumba fue localizada dentro de una subestructura en 1999 bajo el Templo XX, sin embargo, su intrincada ubicación y el trabajo de consolidación del basamento habían impedido, hasta ahora, penetrar al recinto que guarda celosamente los restos mortales de un personaje muy importante de esa antigua ciudad maya, que vivió en la época más temprana del sitio, entre 431 y 550 de nuestra era.
Una diminuta cámara de video de poco más de 4x6 cm, y apenas 94 gramos de peso, descendió a cinco metros de profundidad por un orificio de 15x15 cm sobre el techo de la bóveda para hacer la exploración de sondeo, y pudo obtener las imágenes del sepulcro donde se observan paredes pintadas de rojo y figuras humanas delineadas en negro, además de 11 vasijas, y una cantidad indeterminada de piezas de jade y concha, que debieron formar parte del atuendo mortuorio del personaje.
La tumba fue localizada dentro de una subestructura en 1999 bajo el Templo XX, sin embargo, su intrincada ubicación y el trabajo de consolidación del basamento habían impedido, hasta ahora, penetrar al recinto que guarda celosamente los restos mortales de un personaje muy importante de esa antigua ciudad maya, que vivió en la época más temprana del sitio, entre 431 y 550 de nuestra era.
Una diminuta cámara de video de poco más de 4x6 cm, y apenas 94 gramos de peso, descendió a cinco metros de profundidad por un orificio de 15x15 cm sobre el techo de la bóveda para hacer la exploración de sondeo, y pudo obtener las imágenes del sepulcro donde se observan paredes pintadas de rojo y figuras humanas delineadas en negro, además de 11 vasijas, y una cantidad indeterminada de piezas de jade y concha, que debieron formar parte del atuendo mortuorio del personaje.
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