Entrevista con María Antonieta Moguel Cos sobre la Presa El Gallo



De acuerdo con las investigaciones realizadas en fuentes documentales como la Relación de Michoacán y las Relaciones Geográficas de Michoacán, el estado tarasco ocupó la mayor parte del territorio del actual estado de Michoacán, parte del de Guerrero y una pequeña porción de Jalisco y Colima. La superficie donde los tarascos ejercieron su poder político tuvo por el este una extensa frontera con los mexica, misma que en algunos momentos fue muy conflictiva; pues así como los mexica tuvieron una actitud conquistadora, los tarascos también acostumbraban hacer incursiones con los mismos objetivos. Esta zona estuvo ocupada por diversos pueblos, considerados de frontera, que delimitaron la soberanía territorial entre los mexica y los tarascos.
La construcción de la Presa El Gallo, la cual se ubica en lo que sería la zona de frontera, permitió la realización de trabajos arqueológicos en los cuales se obtuvieron datos sobre patrón de asentamiento, sistemas constructivos y materiales culturales asociados, entre ellos cerámica de diferentes períodos correspondientes al Clásico Tardío, Epiclásico y Postclásico de esta región tan poco estudiada.
La importancia de realizar este rescate se debe a que la región en donde fue construida la presa no era conocida arqueológicamente y por las fuentes históricas sabíamos de su importancia como frontera además que se presentaba la oportunidad de conocer como eran los sitios al interior de ésta y si su patrón de asentamiento tenía relación con fines defensivos, como es su ubicación en partes altas, con buena visibilidad, accesos restringidos, y, en algunos casos, murallas.
Después de realizar la prospección, ubicación de sitios, elaboración de croquis y levantamientos topográficos correspondientes, fue evidente la inexistencia de guarniciones.
En cuanto al patrón de asentamiento se pudo observar que estaba en relación directa con los espacios disponibles para sembrar y la presencia de agua corriente perenne.
Se observo el intercambio comercial a grandes distancias por la localización de una ofrenda de caracoles gravados provenientes del Caribe.

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