En esta cápsula, Chava
Flores señala que el albur es una manera de liberar la opresión a través del
rompimiento del lenguaje, riéndose el mexicano de él mismo y de todos. Este
juego “absolutamente mexicano” no es para mujeres, sigue, porque no lo
comprenden, al mismo tiempo que no es de ninguna manera ofensivo, es más bien para crear un sentido
colectivo.
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