Presagios funestos 2

 



Que sucedió aquí en México: por su propia cuenta se abrasó
en llamas, se prendió en fuego: nadie tal vez le puso fuego,
sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli.
Se llamaba su sitio divino, el sitio denominado " Tlacateccan"
(casa de mando).

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