Raúl Arana: Una vida dedicada a la Arqueología


Raúl Arana Álvarez es un ejemplo del arqueólogo todoterreno, su andar se ha hecho en las veredas de la inabarcable orografía mexicana y en el caos de asfalto que es la Ciudad de México, en cuyo corazón, una noche de plenilunio, vio despertar de un sueño de 500 años a la diosa Coyolxauhqui. Este nayarita, el tercero de diez hermanos, tiene 76 años, la misma edad que su casa: el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Esta institución ha sido su mundo desde hace medio siglo. “Me dio todo. Ahí encontré mi vocación; a Carmen, mi esposa; alegrías absolutas en el campo y en las aulas”, dice conmovido.

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